Con corazón salesiano
No puedo dejar de pensar que Don Bosco aprendió muy bien esto: curar a quien lo necesite. Sin duda el oratorio fue un lugar de curación para muchos jóvenes de aquella época. Los curaba, aunque sea por un rato, de la mirada social, los curaba de sentirse abandonados, solos y ninguneados. Sin duda, Don Bosco con su oratorio me animo a decir que salvó muchas vidas. Les daba un “por qué” y un “para qué” vivir. Don Bosco tomó como ejemplo a Jesús: salvar a todos aquellos que lo necesiten a pesar de que muchas personas puedan estar en contra de eso. Muchas veces la mirada de los demás nos condiciona para nuestro quehacer cotidiano. Menos mal que Don Bosco pudo no darles mucha importancia a esas miradas. Espero que, a ejemplo de Jesús y Don Bosco, podamos siempre crear y buscar nuevas formas de curar a las personas. |