La Palabra me dice

La propuesta en nuestros días del Papa de una “Iglesia en salida” quiere retomar esta práctica inicial de las primeras comunidades. Y en este salir a anunciar la Buena Noticia las mujeres fueron protagonistas al igual que los Doce.

En Jesús no existe ningún prejuicio contra la mujer, que en su época eran muchísimos.  En el origen mismo del plan del Padre está el ser humano: hombre y mujer; a ambos los bendijo y les confió la administración, el goce y la humanización de la obra creada. Con toda razón el proyecto de Jesús se sale de todo molde, de toda expectativa.

Hoy nos sigue costando dejar que las mujeres cobren más relevancia en la gestión y gobierno de nuestra Iglesia.

Con corazón salesiano

También el Oratorio de Don Bosco recibió el apoyo de tantas mujeres que con su cercanía y generosidad hacían posible el despliegue de tantas iniciativas a favor de los muchachos. El santo solía llamarlas cariñosamente en sus cartas “buena mamá”. 

Le escribe a la condesa Gabriela Corsi, una benefactora de la obra: “Usted ha realizado un bien muy grande, mayor de lo que usted pudiera pensar… Usted nos ayudó a fundar nuestra Congregación… Me encuentro en la obligación de decirle esto, porque además de lo que ya ha hecho usted, se ha ofrecido a continuar dispensándonos su caridad en el futuro.” 

A la Palabra, le digo

Dios Padre y Madre, a ti acudo en este día, confiando en tu Palabra, que pueda ser también yo alguien que con Jesús camina a la par anunciando buenas noticias y ayudando a quien lo necesite. 

Amén.