La Palabra me dice
Jesús envía a sus primeros discípulos a predicar. En la época de Jesús el pueblo sufría un doble cautiverio: el cautiverio de la religión oficial, mantenido por los escribas, fariseos y sacerdotes del Templo; y el cautiverio político de Herodes, apoyado por el Imperio Romano y sustentado en un sistema bien organizado de explotación y represión. Por esto, una parte importante del pueblo vivía excluido, arrojado y sin lugar en la religión ni en la sociedad. Ante esta situación, Jesús no es neutral. Él tomó la iniciativa en defensa de la vida, convocó a sus discípulos y los animó a salir al encuentro de los que sufrían, siempre anunciando la paz. Su Madre, María de Itatí optó quedarse en medio del pueblo, porque predicar es, principalmente, elegir estar, crecer y acompañar a nuestra gente. |