Con corazón salesiano
En estos días de triduo a la fiesta de Madre Mazzarello, les comparto apenas unos breves párrafos del libro “La danza de la vida” período en La Valponasca: “Nos encontramos ahora dentro de esta misma experiencia y desde ella descubriremos la profundidad de los casi diez años (1849-1858) que María Mazzarello transcurrió en este espacio fecundo. (…) En esta época de la Valponasca también inicia su participación en la Pía Unión de las Hijas de María Inmaculada (FMI), María tiene 17 años. Se ha dicho que el período transcurrido en la Valponasca fue para María Dominga “escuela de vida”: el contacto con la naturaleza, con los horizontes abiertos de la Valponasca, en la soledad (¡que no fue aislamiento!), en el silencio, en el trabajo tenaz y sacrificado, la joven asimiló en profundidad aquellos contenidos de fe que había recibido en la catequesis, los elaboró de modo personal, los hizo motivo de vida. María Mazzarello optó por el amor de Dios como la energía unificadora que poco a poco integró todas sus capacidades intelectuales, afectivas, volitivas, espirituales hasta convertirse en “una contemplativa en la acción”. |