Evangelio del Dia

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Miércoles 27 de Noviembre de 2019

La Palabra dice


Lc. 21, 10-19 - "Salvarán sus vidas".
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
 

La Palabra me dice


Varias veces, en los pocos años que Jesús pasó entre nosotros, avisó a los discípulos de que iban a ser perseguidos. Aquí, en el último discurso, repite lo mismo y hace saber que hay que tener en cuenta la persecución a la hora de discernir los signos de los tiempos: "Pero, antes de todo esto, los perseguirán... esto les sucederá para que den testimonio". Y de estos acontecimientos, aparentemente tan negativos, Jesús había dicho: "No tengan miedo; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato." (Lc 21,9).

Esta manera de leer los hechos daba mucha tranquilidad a las comunidades perseguidas. Así, leyendo u oyendo estas señales, profetizadas por Jesús en el año 33, los lectores de Lucas de los años ochenta podían concluir: "Todas estas cosas están aconteciendo según el plan previsto y anunciado por Jesús. Por tanto, la historia no se escapó de las manos de Dios. ¡Dios está con nosotros!". No tanto para minimizar lo que pasa, sino para tratar de encontrarle un sentido…

A veces se tiene la impresión de que se utiliza este Evangelio que habla de "persecución por el Reino" cuando se generan reacciones ante decisiones que no tienen en su interior criterios evangélicos (al menos, del Evangelio de Jesús). El Reino de Dios y sus características anunciadas por Jesús (preferencia del pobre y desvalido, preferencia del amor servicial por sobre el argumento del poder, etc), son criterio de discernimiento para verificar que una persecución o acusación es "por el Reino", o una reacción válida ante un accionar que tiene poco del Evangelio.

Con corazón salesiano


El Oratorio de Don Bosco tuvo en sus inicios la mirada de las autoridades, tanto civiles como eclesiásticas, puestas sobre él, ya que en tiempos de revolución, reunía a una gran cantidad de muchachos, paseaba con ellos, estaba con ellos, y les hacía conscientes de su dignidad. Con el tiempo, el haber obrado con criterios evangélicos, más allá de buscar el poder o el aparecer, fueron diluyendo esta animosidad.

Con su constancia y tenacidad, Don Bosco "salvó" su vida y la de muchos jóvenes, que seguramente hubieran seguido abandonados si Don Bosco se hubiera quedado cómodo y hubiese "arriado sus banderas" cuando aparecían las dificultades para llevar adelante su sueño.

A la Palabra, le digo


Ayudanos, Señor, a mirar la historia de la humanidad desde tu óptica. A ver las dificultades y problemas como espacios de crecimiento, como una señal también de que el Reino de va haciendo lugar. Danos la fuerza para no refugiarnos en las comodidades, sino que superemos el miedo lógico que surgen cuando aparecen las dificultades, y con la fuerza de tu Evangelio sigamos adelante, nomás.