Evangelio del Dia

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Sábado 09 de Noviembre de 2019

La Palabra dice


Jn. 2, 13-22 - “Saquen esto de aquí”.
Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: "Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio". Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá.
Entonces los judíos le preguntaron: "¿Qué signo nos das para obrar así?". Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar". Los judíos le dijeron: "Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?". Pero él se refería al templo de su cuerpo.
Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.

 

La Palabra me dice


Jesús va a Jerusalén con ocasión de la Pascua de los judíos. En aquella fiesta Jerusalén está llena de peregrinos llegados de todas partes y por tanto su proceder habría tenido resonancia en toda Palestina. Llegando a Jerusalén, se traslada rápidamente al templo donde realizan su trabajo diversos tipos de vendedores y cambistas… El encuentro en el templo no se realiza con personas que buscan a Dios, sino con comerciantes de lo sagrado: el importe por instalar los puestos de venta era entregado al sumo sacerdote. ¿A qué situaciones me enfrento? ¿Dejo pasar pasivamente todo, o, con mi no presencia o con mi denuncia, trato de poner de manifiesto aquellas situaciones que no son evangélicas, ni queridas por Dios, aún en la propia comunidad eclesial?
 
Jesús se comporta como Hijo, Él representa al Padre en el mundo. Han transformado el culto a Dios en comercio. El templo no es ya el lugar del encuentro con Dios, sino un mercado donde rige la presencia del dinero. El culto se ha convertido en pretexto para el lucro. Jesús ataca la institución central de Israel, el templo, símbolo del pueblo y de la elección. Denuncia que ha sido usurpada al templo su función histórica: ser símbolo de la morada de Dios en medio de su pueblo. ¿Cómo son nuestros templos? ¿Son lugares de encuentro, o museos? ¿Son espacios de comunidad, o espacios que tratan de acaparar la presencia de Dios, como queriendo encerrarlos en ellos? ¿Están abiertos y disponibles, más allá de que “nos van a robar todo”?

Con corazón salesiano


Don Bosco construyó la Iglesia de San Francisco de Sales, en 1852, a 6 años de estar establecido en Valdocco. Luego en 1862, le dirá a Don Cagliero: “Los jóvenes ya no entran cómodos en nuestra Iglesia de San Francisco de Sales, necesitamos más lugar y también debemos honrar a María Auxiliadora, en estos tiempos difíciles”. Así, comenzará la construcción del Santuario en Valdocco, que será inaugurado en 1868. En 1878 asume la terminación de la Iglesia de San Juan Evangelista en la capital, como homenaje a su gran amigo Pío IX que había fallecido ese año, y luego en 1880 asume la terminación del Santuario del Sagrado Corazón de Roma a pedido del Papa León XIII. En estos dos últimos casos, puso como condición que junto a cada una de las Iglesias se abrieran oratorios y escuelas profesionales… En todos los casos, si bien importantes, los templos estaban pensados como lugares propicios de encuentro de Dios con los jóvenes.

A la Palabra, le digo


Te invitamos a pedirle al Señor que tu casa, tu vida, sea un templo que no tenga un corazón de piedra, a través de la canción “Con la piedra de mi corazón de piedra”, del P. Eduardo Meana, que podés encontrar en el enlace http://www.estoquesoy.org.ar/cancion.php?codigo=141