Con corazón salesiano
Sentimos la urgencia y el compromiso de responder ante lo que nos duele en el mundo, la pobreza, la guerra, la injusticia, la soledad y el sinsentido, ante la vida que pierde valor. No es fácil transformar lo que quisiéramos y no siempre llegamos a tiempo. Y cuando la vida de los más pequeños, de los jóvenes, está vulnerada, parece que más nos duele y nos preguntamos por qué, para qué seguir adelante. Aun así, seguimos buscando y reinventando los modos de ser testigos, de anunciar a Jesús, de compartir su mensaje y prolongar su vida ensayando su modo de tratar a los demás. Como dice el papa Francisco: “Tenemos un tesoro de vida y de amor que es lo que no puede engañar, el mensaje que no puede manipular ni desilusionar. Es una respuesta que cae en lo más hondo del ser humano y que puede sostenerlo y elevarlo. Es la verdad que no pasa de moda porque es capaz de penetrar allí donde nada más puede llegar. Nuestra tristeza infinita sólo se cura con un infinito amor.” (EG 2) |