Evangelio del Dia

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Martes 02 de Marzo de 2021

La Palabra dice


Mt 23, 1-12 – “El mayor entre ustedes será el que los sirve”.

Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:
“Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar ‘mi maestro’ por la gente.
En cuanto a ustedes, no se hagan llamar ‘maestro’, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen ‘padre’, porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco ‘doctores’, porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
El mayor entre ustedes será el que los sirve, porque el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado.”

La Palabra me dice


El servicio es la clave de la convivencia que despoja privilegios y neutraliza autoritarismos. Jesús es muy claro en este concepto. Ciertamente que cuando habla del tema del servicio y de la autoridad está observando a las personas de su tiempo que ocupan cargos (altos cargos) en la organización comunitaria que dejan al descubierto un egoísmo evidente, con expresiones del tipo autorreferencial, soberbio y corrupto. En el tiempo de Jesús… ¡y en nuestro tiempo! Hoy lo vemos a menudo en nuestras comunidades. Es triste, pero es real. Además, se organiza una carrera para llegar a esos cargos de poder. Tenemos que liberarnos de esas actitudes negativas, políticas e interesadas que no construyen una comunidad de hermanos.

Con corazón salesiano


La vida asumida como encuentro con Dios, el camino de identificación con Cristo, el compromiso por el Reino, la Iglesia percibida como comunión-servicio, donde cada uno tiene un puesto y donde se necesitan los dones de todos, hacen surgir y madurar una convicción: la vida encierra en sí misma una vocación de servicio (cfr. Const. 7, 19; CG23, nn. 178-180; CG24, nn.94-96; Carta de identidad carismática de la Familia Salesiana, n. 35).

Esto encuentra fuerte respaldo en la experiencia de Don Bosco, joven y apóstol. Él, a partir del sueño de los nueve años, percibió y vivió su existencia como vocación. Escucha y responde con corazón generoso a una invitación: meterse entre los jóvenes para salvarlos. Don Bosco invitaba a sus jóvenes a un “ejercicio práctico de amor al prójimo”. La Espiritualidad Juvenil Salesiana es apostólica: tiene la convicción de que estamos llamados a colaborar con Dios en su misión, con entrega, fidelidad, confianza y disponibilidad total. Un compromiso concreto al servicio del bien, según las propias responsabilidades sociales y las necesidades materiales y espirituales de los demás. (Cuadro de Referencia Espiritualidad Juvenil Salesiana, págs.98-99).

A la Palabra, le digo


Pon Señor en mis ojos miradas serenas que infundan
confianza y serenidad.
Pon en mi boca las palabras adecuadas para orientar
las acciones correctas, hablar de amor y difundir
tu mensaje, proclamar tu reino.
Pon en mi mente pensamientos rectos, limpios,
justos, firmes, renovadores.
Pon en mis oídos la capacidad de escucha, y la actitud
idónea para escuchar a cuantos me necesiten.
Pon en mis labios sonrisas auténticas y palabras prudentes
que infundan paz, acogida, alegría y optimismo.
Pon en mis manos las caricias más tiernas y el soporte
más firme para quienes las demanden.
Pon en mi corazón los sentimientos más nobles y
la capacidad de amar sin límites.
Pon en mis pies la fuerza de caminar sin desfallecer,
hasta hacer realidad las utopías que nos ayuden
a implantar tu reino en la tierra.

Cáritas Madrid