La Palabra me dice
El futuro es un hermoso misterio para todos. No podemos ver más allá de este momento presente, aún así, sabemos que nuestro actuar de hoy siempre estará enlazado con los hechos de mañana. Jesús invita a transitar la vida con actitud de disponibilidad, de servicio, una actitud de continuo discernimiento. Prestar atención, sentido y conciencia a los pasos que damos en nuestro andar, tener el oído puesto en los gritos y en los signos que están presentes en nuestro tiempo. Porque las situaciones apremian, suceden sin consultarnos, son imprevisibles para cada uno y cada una, para nosotros mismos y para quienes nos rodean. Nos agarran como estamos. La situación que estamos atravesando durante este año 2020 nos enseña mucho sobre esto: no podemos hacer nada con lo que pasa, pero sí elegir cómo transitarlo. La incertidumbre es enorme pero la sed de esperanza aún más. El mundo entero se ha visto afectado y hoy reconocemos con mayor claridad que no estamos solos, que somos parte de un todo y nos “afectamos” mutuamente. Nos necesitamos velando unos por otros, cooperando y haciendo sinergia. Como dice una conocida frase, en un mundo lleno de odios hay que insistir en construir desde el amor. |