La Palabra me dice
Jesús nos enseña con este pasaje que lo importante es que reconozcamos como único Señor a Dios, cuya imagen no está grabada en una moneda, sino que está grabada en nuestro ser. Jesús declara que pagar el impuesto no es un acto de idolatría, sino un acto debido a la autoridad terrenal. Por el otro lado, reclamando el primado de Dios, nos pide que se le rinda lo que le espera como Señor de la vida del hombre y de la historia. Dios es el Señor de todo y nosotros, que hemos sido creados “a su imagen”, le pertenecemos ante todo a Él. Como cristianos estamos llamados a comprometernos concretamente en las realidades terrenales, pero iluminándolas con la luz que viene de Dios. |